De tal padre, tal hijo


 Título original: Soshite chichi ni naru (Like Father, Like Son)
Director: Hirokazu Koreeda
Actores: Masaharu Fukuyama, Yôko Maki, Jun Kunimura, Machiko Ono, y Lily Franky

Drama / Japón / No recomendada para menores de 7 años /  120 min.

           
            Aunque el título en español pueda llevar a pensar en una mala comedia americana, nada más lejos de la realidad, De tal padre, tal hijo, que en japonés se titula algo así como "y yo estaré con el padre", es un melodrama japonés que trata, con una cierta ironía, las relaciones paterno filiales.

            Ryoata es un profesional muy cualificado, que desarrolla muy concienzudamente su carrera profesional, la arquitectura, empleando toda su concentración y esfuerzos en prosperar y sobresalir; para ello dedica mucho más tiempo del que sería necesario, en detrimento del resto de las cosas de la vida, en particular de su vida familiar. Pero el éxito profesional requiere esfuerzo y en eso, en el éxito y en el esfuerzo, basa toda su filosofía personal. Una forma de encarar la existencia que transmite también al resto de su familia: a su mujer Midori, sumisa y servicial, y a su hijo de seis años Keita, esforzado y obediente.

            Llevan una vida tan rutinaria como acomodada y nada hay que parezca que pueda cambiarla. Sin embargo una llamada de la clínica donde nació Keita va a darle la vuelta: les informan que su hijo fue cambiado por otro niño en el momento de nacer.

            Se plantea aquí el conflicto interesante de la cinta, ¿quién es su hijo verdadero, el que ha criado a su imagen y semejanza durante seis años, o aquel otro que ha sido criado en otra familia pero que tiene su misma sangre? Un grave conflicto, la consanguinidad, que para Ryoata marca no sólo el carácter sino el destino de las personas, y que de repente se ve cuestionada desde su misma base ¿a quién ha estado criando entonces?

            Y es más que un dilema entre los lazos biológicos y los afectivos, el problema de la paternidad. Ya que la película lo plantea en todo momento desde ese ángulo, dejando a la madre en un segundo plano, que participa colateralmente en el conflicto y tiene cierta relevancia únicamente al sentirse culpable por no haberse dado cuenta desde un primer momento.

            La clínica les propone intercambiar los niños entre las dos familias, tener el hijo propio lo antes posible, como si se tratase de un abrigo intercambiado. Pero entonces, el niño al que han educado ¿en que se convierte? ¿es un extraño por no ser de su misma sangre? Un conflicto analizado de manera muy sobria pero interesante, ya que añade otros elementos, como son la diferencia de clases sociales y la manera de educar a los niños. Ryoata lo ha educado con cariño pero desde el rigor y la disciplina, mientras que la otra familia, comerciantes de clase más humilde y con dos niños más, son más liberales y entienden la educación de los niños como algo en lo que tienen que implicarse personalmente y que ha de ser enriquecedor y divertido.

            Las distintas formas de encarar la vida y de asumir el conflicto/drama que tienen delante son representadas de manera contenida, con un tempo muy en consonancia con la narrativa clásica japonesa y los maestros del cine nipón, de los que Hirokazu Koreeda es un digno heredero y ahora considerado él mismo un maestro, una delicadeza eficaz e intensa sin caer en el melodrama ni la cursilería.

            Además, dos premios avalan este trabajo, el Premio del Jurado del Festival de Cannes 2013, donde Spielbreg se fijó en la película y le gustó tanto que ha comprado los derechos, para empezar a producirla a principios del 2014. Y el Premio del Público en el Festival de San Sebastián 2013, muy justamente otorgados ambos.

           Todos los padres, los que hayan pasado o vayan a pasar por esta experiencia reconocerán muchos de los planteamientos aquí retratados.

 Conclusión: Interesante y recomendable.     
 
 
Tráiler con subtítulos en español

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